La altura del arbolado es un excelente indicador de la productividad forestal, la biodiversidad y otras funciones del ecosistema. Sin embargo, se sabe poco acerca de cómo la elevación influye en la altura de la vegetación en las zonas de montaña, ya que tradicionalmente esta influencia ha sido analizada mediante muestreos en transectos. Recientemente, se ha llevado a cabo un estudio en el Pirineo concluyéndose que la altura de la vegetación disminuye de forma abrupta desde los 1623msnm; utilizándose la tecnología LiDAR como instrumento para mapear de forma continua la altura de la vegetación. Además, según otro estudio, sería esperable una respuesta similar en los Alpes Suizos. Desde el año 2019 tenemos a disposición los datos de la misión de la NASA – The global ecosystem dynamics investigation (GEDI) – que nos ofrece una cobertura global de datos LiDAR de onda continúa capturados desde Estación Espacial Internacional (ISS). Estos nuevos datos suponen una nueva revolución para el análisis de ecosistemas forestales a escala global, y el principal objetivo de este trabajo se basa en analizar la relación cota-altura de la vegetación en estas dos cadenas montañosas, utilizando dichos datos. Además, se caracterizarán climáticamente con el objetivo de analizar qué factores pueden tener una mayor relevancia en las limitaciones de crecimiento de la vegetación. Como resultados preliminares, si se observa la disminución abrupta de la altura de la vegetación en altura después de un punto de corte, ubicado a 1450 msnm en los Pirineos y a 1550 msnm en los Alpes.